Un trauma psicológico es una respuesta a un evento altamente critico como accidentes, desastres naturales, violencia, abuso sexual entre otros. Cuando una persona sufre un trauma puede sentir diversas emociones como miedo, tristeza, negación, ira, confusión, vergüenza entre otros, esto junto a respuestas físicas como sudoración, nervios que hacen temblar el cuerpo, aceleración del ritmo cardíaco, dolores de cabeza, trastornos digestivos, que pueden experimentarse de manera inmediata pero también a lo largo del tiempo y no ser superadas; estas se activan por un evento que se asocia a los recuerdos del trauma. Es importante buscar la ayuda profesional ya que los síntomas interfieren con el funcionamiento diario y las relaciones con las personas, sobre todo si se sospecha del riesgo de autolesión, suicidio o daños a otras personas.